Santiago del Estero parece una ciudad blanca. El sol inunda hasta los recovecos más recónditos y se confunde con el gris del polvo, haciendo que todo refleje el calor con más fuerza. Entonces las temperaturas se potencian, cuando el termómetro marca 45 grados, la sensación térmica supera los 50. «Aquí la gente trabaja para pagarSigue leyendo «Mitre al Federal A: crónica de un fuego eterno»
